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En la serena costa sur de Menorca, se encuentra una finca rústica que despierta el encanto de la autenticidad y la proximidad al mar. Con una ubicación excepcional, esta propiedad se erige como un oasis de tranquilidad a escasos metros de las idílicas playas de Son Bou y Atalis.
En una extension de terreno de 129,000m2, esta finca ofrece un espacio generoso donde la naturaleza y la arquitectura convergen con gracia. Un total de 922m2 de construcciones componen esta joya, entre las que destaca un edificio principal, ansioso por renacer con una restauración que le devuelva su esplendor original. Junto a él, edificaciones anexas como almacenes, boyeras y establos, todas ellas tejidas con la historia del lugar, aguardan pacientemente.
Desde la propiedad, las vistas despejadas del mar pintan un horizonte etéreo, mientras que la cercanía a la playa de Son Bou y Atalis añade un toque de ensueño. El terreno, un lienzo en blanco de 129,000m2, se despliega con la promesa de oportunidades infinitas para aquellos que buscan un hogar que celebre la conexión entre la naturaleza y la vida cotidiana.
En un gesto que amplía aún más las posibilidades, se presenta la opción de adquirir terrenos lindantes hasta el mar, permitiendo la creación de un refugio exclusivo en un rincón paradisíaco. Esta propiedad, con sus raíces profundas en la historia y su visión hacia el futuro, invita a explorar el lujo de vivir en armonía con el entorno y a crear memorias que perduren en el tiempo.
